lunes, 9 de marzo de 2015

Plan Juncker: La chispa de la economía o llueve sobre mojado? por Jacobo Martín Cerezo

FONDO EUROPEO DE INVERSIONES  ESTRATÉGICAS

Encendiendo el motor de la  economía europea?

La Comisión Europea aprobó a finales del año pasado un plan de inversiones con el objetivo de reanimar la   economía europea mediante el estímulo de la acción pública. La UE espera que este plan esté operativo a mediados del 2015. Mas conocido como plan Juncker de inversiones, este programa se basa en 3 puntos:

  • Creación de un nuevo Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), garantizado con dinero público y destinado a movilizar al menos 315. 000 millones EUR de inversiones adicionales a lo largo de los próximos tres años (2015-2017);
  • la creación de una reserva de proyectos creíble, junto con un programa de ayuda para canalizar las inversiones hacia donde más se necesitan;
  • una agenda económica ambiciosa con el fin de que Europa resulte más atractiva para la inversión y de eliminar los obstáculos normativos.
Descripción del programa
Este plan destinará 21.000 millones de euros de dinero público esperando obtener un multiplicador de 1:15 en inversiones reales hasta alcanzar la cifra anunciada. El BEI gestionará esos 21.000 millones iniciales, lo que le permitirá captar más fondos en los mercados financieros mediante la emisión de bonos y conceder préstamos hasta 63.000 millones de euros. El resto debe provenir de inversiones privadas o de los propios Estados miembros que se beneficiarían de condiciones ventajosas en los prestamos animándoles a tomar riesgos. 

El planteamiento económico de la Comisión, una vez que ha reconocido que no falta crédito en la economía, es que falta el ánimo a la inversión, por lo que quieren rebajar las condiciones crediticias para animar a los empresarios a asumir mas riesgos. 

El origen de esta medida
La política económica europea, fuertemente endeudada, está siendo desacreditada por muchos economistas por pecar de “austeridad”. Este plan de inversiones, junto al plan de compra de bonos o Plan Draghi, trata mediante políticas expansivas incentivar el crecimiento económico de los países miembros de la UE y del Euro


En palabras del propio Juncker : «Si Europa invierte más, será más prospera y creará más puestos de trabajo; es tan simple como eso. El Plan de Inversiones que presentamos en estrecha colaboración con el Banco Europeo de Inversiones es una manera ambiciosa y nueva de impulsar las inversiones sin generar nuevo endeudamiento. Es el momento de invertir en el futuro, en ámbitos estratégicos clave para Europa como la energía, el transporte, la banda ancha, la educación, la investigación y la innovación. Cuento con que los Estados miembros y el Parlamento Europeo se impliquen y hagan todo lo posible para crear el nuevo Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas y para que empiece a funcionar tan pronto como sea posible. Europa necesita un impulso y hoy lo estamos haciendo posible»




Aproximación al modelo económico europeo: crédito y deuda
Crédito es una palabra que suele tener connotaciones positivas en economía, mientras que a la palabra deuda le pasa lo contrario. Todos queremos tener crédito, pero nadie quiere estar endeudado. Y sin embargo, crédito y deuda son dos conceptos indisolubles, cuando se defiende que debe fluir el crédito, lo que se está diciendo es que tiene que aumentar la deuda.
 
Por un lado los economistas nos dicen que el crédito es bueno, pero también nos dicen que la deuda es mala. Esta confusión quizá también alcance a los políticos europeos en tanto que tratan de abordar el problema del exceso de deuda de la economía europea con más crédito

El crédito es una situación previa, una facultad o ventaja de la que alguien puede disponer. La deuda implica haber hecho uso del crédito. Usar la facultad de crédito siempre entraña el riesgo de no poder devolver la deuda. Ese riesgo debe de ser ponderado libremente por el prestatatario y prestamista y deben ser responsables de sus decisiones. A la hora de valorar ese riesgo interviene la subjetividad; se puede ser austero, prudente, o arriesgado sobre datos objetivos de la situación del mercado. 
 
Las políticas expansivas que tratan de aumentar la demanda agregada conllevan el riesgo de que la ponderación por parte de los actores económicos del riesgo sea errónea. Al fijar el tipo de interés del dinero artificialmente o poner condiciones crediticias mas ventajosas a las del mercado, prestatario y prestamista pueden incurrir en riesgos excesivos, y convertir una situación positiva - capacidad para prestar, crédito- en una situación negativa- deuda que no puede pagarse. Esta es precisamente la situación en la que nos encontramos hoy en día en Europa. Una economía sobreendeudada con exceso de infraestructuras en relación a su demanda. 
 
El plan Juncker de Inversiones es una política expansiva que trata de aumentar la demanda agregada por la concesión de créditos en situaciones ventajosas para la construcción de más infraestructuras. Pero mientras la demanda real, sin estímulos, no sea capaz de hacer rentables las infraestructuras ya existentes no parece que tenga mucho sentido tratar de animar la demanda agregada incidiendo en la oferta.
La mejor manera de que la gente consuma y ahorre es que aumente su renta disponible. Para ello es necesario que se rebajen significativamente los impuestos en la UE, algo posible si se renuncia a políticas expansivas que tratan de engordar artificialmente la demanda. La única manera de que los empleos sean sostenibles es que vengan de actividades empresariales que no han subestimado el riesgo de sus operaciones, que no respondan a una demanda agregada “artificial”. Solo los empleos que se creen de proyectos viables consolidaran la demanda
 
EEUU se está poniendo de ejemplo por usar políticas expansivas, pero no olvidemos que en EEUU el gasto público es muy inferior en porcentaje del PIB al Europeo y está disminuyendo mientras que en Europa sigue aumentando. Es difícil sostener que las economías europeas están ahogadas por la austeridad cuando el gasto público no ha dejado de aumentar, con la consiguiente subida de impuestos. En todo caso estarán ahogadas por la excesiva carga fiscal, en torno al 40 % del PIB de media en la UE.
A la hora de evaluar el plan Juncker se vuelve a la vieja discusión de si la inversión tiene que venir del sector público o del sector privado, del ahorro de la gente. Es decir, si la gente dispone del dinero libremente para gastarlo en lo que necesita, o si se lo damos al gobierno mediante impuestos para que decida en que planes de estimulo ha de invertirlo y altere la ponderación de riesgos de los emprendedores y / o ahorradores.

Atraer inversión
El tercer punto del programa Juncker apuesta por facilitar la inversión eliminando obstáculos normativos. Esta sea quizá la medida más interesante de cara al desarrollo de la economía europea. No en vano esa es la esencia del proyecto económico europeo. Una simplificación del acervo comunitario y reducción normativa que busque la claridad sería deseable para que las empresas europeas puedan competir y desarrollarse. La claridad normativa y la libertad de acceso al mercado pueden ser más eficientes para favorecer la inversión que cualquier plan artificial de estímulo.


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