miércoles, 8 de abril de 2015

Llegando a tiempo y con el traje apropiado

por Doris Deltell Domingo

La Unión Europea (EU) es el segundo socio comercial más importante en la región Latinoamericana y Caribe (LAC) detrás de EEUU, y es uno de los principales proveedores de ayuda en cooperación para el desarrollo. Sin embargo, aunque los vínculos económicos y lazos históricos entre la UE y LAC son indiscutibles, todavía hay un gran camino por recorrer a nivel social, cultural y científico. Ambas regiones comparten muchos parentescos, valores e intereses pero carecen de una visión en común.

Por separado países de la Unión Europea comparten desde hace tiempo relaciones bilaterales con diferentes países en LAC. Igualmente, la UE ha mantenido una serie de diálogos con subregiones como Mercosur o la Comunidad Andina. No obstante, las relaciones a nivel birregional están todavía muy verdes. La asociación estratégica entre la UE y LAC se puso en marcha en la primera cumbre en Rio de Janeiro hace 16 años y recientemente ha evolucionado en la asociación UE-CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)1
 
En 2010, las dos regiones decidieron poner en marcha un Plan de Acción para identificar instrumentos y actividades que “si se realizan correctamente, deberían ofrecer resultados concretos que garanticen implicación y desarrollo de capacidades”2 en varios ámbitos, como en ciencia, investigación, innovación y tecnología. Además, en esta cumbre de Madrid en 2010 adoptaron la Iniciativa Conjunta para la Investigación y la Innovación entre la UE y LAC. 
 
En junio de este año, Bruselas acogerá la segunda Cumbre regional entre UE y CELAC bajo el lema: “Forjando nuestro futuro en común: trabajando para conseguir sociedades prosperas, cohesionadas y sostenibles para nuestros ciudadanos”3. Federica Mogherini, Alta Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad y Vicepresidenta de la Comisión Europea, expuso en su discurso en la sesión de apertura del fórum de Sociedad Civil del UE-CELAC que su prioridad para esta cita está muy clara: “la Cumbre debe servir para relanzar nuestras relaciones e introducir de manera conjunta una nueva dinámica”4


Nos ha tocado un mundo muy caótico y estas dos regiones no son excepciones: la crisis europea, la corrupción, la situación en Ucrania, la inestabilidad venezolana o la extensión del narcotráfico, los Estados fallidos, las negociaciones entre el gobierno colombiano y las FARC, la amenaza del terrorismo… Ante todos estos desafíos y teniendo en cuenta que el conjunto de la UE y la CELAC representan sesenta y un Estados, alrededor de un tercio de los miembros de las Naciones Unidas y más de mil millones de ciudadanos5, una visión común es necesaria. 
 
Y es necesaria ahora. Estos acercamientos llegan siempre llenos de promesas y palabras que se repiten en todas las conferencias y discursos. En una era donde la geopolítica sigue siendo fundamental no parece una mala idea seguir desarrollando estas relaciones pero no podemos tardar otros 16 años. El mundo cambia demasiado rápido, tenemos acceso inmediato a la información pero no siempre podemos adaptarnos. Los mecanismos y grupos de trabajo que se crearán en la Cumbre en junio son muestras de una proyección de futuro en común pero hay que agilizar los protocolos, la diplomacia y las acciones porque aunque seamos las dos regiones más afines del mundo, si no nos ponemos las pilas para cuando lleguemos a realizar proyectos palpables, los retos actuales serán otros y entonces habremos llegado tarde y con las soluciones equivocadas. 
 
1 La CELAC es un organismo intergubernamental de ámbito regional creado en 2010 que promueve la integración y desarrollo de los países latinoamericanos y caribeños.

3 http://www.eeas.europa.eu/lac/index_en.htm

4 http://eeas.europa.eu/statements-eeas/2015/150319_01_en.htm

5 http://eeas.europa.eu/statements-eeas/2015/150319_01_en.htm

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